REFLEXIONES

Resulta interesante conocer la historia de una cultura, la azteca, tan “lejana” a la nuestra actual, lejana en el tiempo y en la distancia; tan lejana también a la cultura española del siglo XVI, lejana en costumbres y en forma de entender la vida. La sociedad azteca alcanzó, por caminos distintos a los europeos, un nivel interesante como civilización aunque con contradicciones, ya que tenían conocimientos avanzados de astronomía y construcción, y sin embargo, no hacían uso de la rueda.

Entretiene imaginar qué habría pasado si los aztecas nunca hubieran sido conquistados por los españoles, ni por nadie; cómo habrían evolucionado hasta nuestros días… El caso es que la realidad es otra: la realidad es que los aztecas, y otras culturas americanas, fueron arrasados por los españoles y, posteriormente, por otras naciones europeas, en lo que se convirtió en un genocidio a gran escala, con la excusa de llevarles la palabra de dios a esas pobres gentes que vivían en el error y de erradicar esas costumbres paganas propias de diablillos…

Los españoles se escandalizaron con los sacrificios humanos de los aztecas, no es para menos; sin embargo, convivían con siglos de inquisición europea, viendo con cierta normalidad el humo de los herejes. Esta doble moral y el afán de conseguir oro y otras riquezas, sumados a la excusa de convertirlos del paganismo al cristianismo, hicieron que la determinación del grupo de españoles que conquistó el Imperio azteca fuera de hierro.

Con la llegada y conquista de los españoles, el Imperio azteca quedó reducido a cenizas, polvo y sangre derramada. La brutalidad y la codicia española aplastaron una civilización que, aun lejos de ser un ejemplo de bondades, no merecía ser aniquilada de esa manera.

En nombre de dios y del excelentísimo rey de Castilla se cometió, posiblemente, el mayor   atropello hasta la fecha de un pueblo hacia otro. Tanto aztecas, como incas, mayas, mapuches, aimaras y un largo etcétera, vieron pasar un huracán de codicia comandado por una tropa de genocidas españoles, a los que poco más tarde se unirían otras naciones europeas con las mismas sensibilidades.

La población precolombina sucumbió a manos de la barbarie europea.

Resultará sorprendente celebrar el 5º centenario de la conquista, al igual que resultó sorprendente celebrar en 1992 el 5º centenario del descubrimiento de América (si se le puede llamar así), ya que fue una gran desgracia para muchos millones de habitantes que poblaban el continente llamado, ahora, americano. El 12 de octubre, día de la hispanidad ( la fiesta nacional) es una fecha negra en el calendario, pero no solamente para los indígenas que poblaban América, también para España, fue una fecha que desencadenó una gran serie de atropellos, asesinatos, violaciones, injusticias y demás calificativos del estilo contra gente, en su mayoría inocentes, incluidos niños, mujeres, ancianos, enfermos…, todo con el sello español por bandera. Nosotros, hoy en día, lo celebramos con orgullo…

Tenochtitlan, ciudad-isla

SITUACIÓN ACTUAL. PERVIVENCIAS

Como inicio, diré que el escudo actual de México es un águila posado en un nopal, devorando una serpiente, o sea la imagen de la fundación de Tenochtitlan. Su capital, México D. F. se encuentra sobre las ruinas de lo que fue la capital del Imperio Azteca.

Escudo de México

La cultura mexicana de hoy en día es una fusión entre las costumbres españolas impuestas tras la conquista y el recuerdo de las sociedades precolombinas.

El náhuatl se sigue hablando en México, se calcula que lo siguen hablando más de un millón y medio de indígenas repartidos por Centroamérica.

Existen aún construcciones aztecas a lo largo del territorio que dominaron, textos en náhuatl y demás manifestaciones culturales, aunque la mayoría fue destruido o expoliado por la avaricia española.

En la gastronomía actual de México encontramos muchas coincidencias con la gastronomía azteca, tanto en ingredientes (cacao, chiles, maíz, aguacate, sal, etc…) como en la forma de prepararlos (tortillas, chocolate, guisos de pavo, etc…)

CAUSAS DE LA VICTORIA ESPAÑOLA Y CONSECUENCIAS

Es sorprendente que un puñado de españoles, en un terreno desconocido y hostil, pudiera llevar a cabo la gesta de conquistar un imperio de varios millones de habitantes. Esta proeza obedece a una serie de causas que voy a tratar de desentrañar aquí:

• Perplejidad de los aztecas ante la presencia de aquellos “extraños de pelo claro”: La presencia de personas tan diferentes, de piel muy blanca, algunos rubios, con barba, vestidos de forma extraña, con una lengua incomprensible y montados en unos feroces animales de gran tamaño (caballos) por los que sentían pavor; unido a sus “armas de trueno” (arcabuces y cañones), hizo que los aztecas creyeran que se hallaban ante dioses venidos del este, quizá el ansiado retorno de Quetzalcoatl (Cortés), acompañado por Tonatiuh (el rubio Alvarado), dios del sol. Esta duda impidió frenar el avance de los españoles a la llegada al continente, cuando hubiera sido más fácil. La funesta indecisión de Moctezuma II permitió que el enemigo se les metiera en casa (Tenochtitlan).
•  Superioridad tecnológica de las armas: Los aztecas contaban con escudos, mazos y lanzas de madera con incrustaciones de obsidiana, flechas, cuchillos de obsidiana y piedras o instrumentos de piedra; por el contrario, los españoles contaban con armas de fuego, como el arcabuz, cañones, armaduras y espadas de acero. Las diferencias eran notables, además, los españoles estaban acostumbrados a la guerra en Europa y África, en la que la consigna era matar; sin embargo, el soldado azteca no tenía como objetivo matar, se contentaba con apresar al enemigo para su posterior sacrificio.
•  Alianzas con otras tribus: La inteligencia estratégica de Cortés fue determinante en la conquista. Al darse cuenta del malestar de las tribus cercanas a los aztecas, que los odiaban por estar sometidos a ellos y tener que pagarles inasumibles tributos, Cortés negoció con ellos, les prometió acabar con la fuerza azteca a cambió de ayuda en la empresa. Así, el extremeño reunió un ejército de miles de indios que no dudarían en ensañarse contra el poder que les había estado oprimiendo.
•  Enfermedades: Esta fue una causa más determinante de lo que se pudiera pensar. La llegada de los españoles trajo consigo ciertas enfermedades para las que los aztecas no tenían defensas: la lepra, el tifus, una simple gripe, y especialmente la viruela y el sarampión acababan en poco tiempo con la vida de los nativos. Lo que para los españoles era un simple resfriado o unas molestias sin importancia, para los indígenas de toda América fue una epidemia devastadora que ayudó a definir el destino de aquellas gentes.

Desestructuración del Imperio. Consecuencias: Es evidente que con el fin del imperio azteca en 1521, la vida en México cambió drásticamente para los aztecas. Los españoles, con su nula ética en aquella época, legalizaron el uso y abuso de indígenas para el trabajo agrícola (encomiendas) a cambio de adoctrinarles en la fe cristiana; esta delicadeza afectaba a las generaciones presentes y a las posteriores. Estos abusos fueron reducidos con el tiempo por la labor de algunos religiosos españoles y por la mediación de la Corona de Castilla.

Ante esta nueva vida, sometida a la barbarie de los españoles, los aztecas cayeron en un estado generalizado de desgana, sintiendo que sus dioses les habían abandonado y que su futuro se presentaba muy oscuro, tomaron 2 caminos: algunos se convirtieron al cristianismo y abrazaron la fe católica, hicieron lo posible por adaptarse a las nuevas circunstancias; otros abandonaron toda esperanza y organizaron suicidios colectivos, infanticidios, etc…

CONQUISTA ESPAÑOLA

La conquista del Imperio Azteca por los españoles es uno de los capítulos históricos más comentados y novelados. El choque de culturas que supuso aquel encuentro entre desconocidos, con costumbres y mentalidades tan dispares, acabó con el aplastamiento de un pueblo a manos de otro más preparado tecnológicamente en el uso de las armas, entre otras cosas. Este capítulo podría ser casi infinito, pero creo que extenderme en demasía no es el objetivo, por lo tanto me contentaré con ofrecer los puntos que me parecen más destacables.

Personajes no aztecas en la conquista:

Hernán Cortés

• Hernán Cortés: Extremeño, llegó a las Indias en 1504. En 1511 es nombrado alcalde de Santiago de Baracoa, en Cuba. Tras pasar por la cárcel por conspiración, se le encarga una misión de reconocimiento en la península del Yucatán, parte precipitadamente al oír que se le va a retirar de la misión. Como comandante en jefe del ejército, no más de 700 hombres, arriba a las costas del Yucatán. Mantienen varias batallas con algunas tribus, saliendo siempre victorioso. Llega a sus oídos la existencia de un pueblo poderoso y rico, con gran determinación y apoyado por indios toltecas y tlaxcaltecas decide ir hasta allí. En Tenochtitlan es recibido por un dubitativo Moctezuma II, que se debate entre creer que son dioses venidos de allende el mar o creer que son rufianes con malas intenciones. Las relaciones se van tensando hasta que derivan en el apresamiento de Moctezuma II a manos de Cortés. La matanza de Toxcatl (ordenada por Pedro de Alvarado), en la que matan a más de 500 nobles aztecas y la muerte del Emperador derivan en la huida de los españoles en lo que se llamaría la “noche triste”. El ejército de Cortés vuelve a Tenochtitlan con pequeños bergantines y con el ánimo de sitiar la ciudad. En agosto de 1521, el Imperio Azteca cae en manos de los españoles.

 

• Pedro de Alvarado: Extremeño, enérgico y cruel. Fue primer capitán de Cortés en la conquista. Tiene el honor de haber perpetrado la matanza de más de 500 nobles aztecas, lo cual derivó en la rebelión del pueblo azteca y en la huida de las huestes de Cortés, en la que morirían un buen número de españoles en la llamada noche triste.

Malinali, «la Malinche»

• “La Malinche”: Se dice que era una princesa vendida a los mayas por su padrastro. Fue regalada al ejército de Cortés por los caciques de Tabasco, al enterarse este de que hablaba nahuatl y maya decidió usarla como intérprete, con la ayuda de Jerónimo de Aguilar, que hablaba maya y castellano. La Malinche, bautizada como Doña Marina, fue un elemento clave en las relaciones entre españoles y aztecas, fiel a la causa española, se la considera, de alguna manera, una traidora al pueblo mesoamericano. Llegó a tener un hijo con Cortés.

 

 

• Jerónimo de Aguilar: Fraile, prisionero de los mayas durante 8 años. Fue rescatado por Hernán Cortés. Su dominio de la lengua maya sirvió a Cortés para relacionarse con los habitantes mesoamericanos.